Quimeras En Plantas Pdf
Meristemo Wikipedia, la enciclopedia libre. Dentro de los tejidos vegetales, los tejidos meristemticos del griego, divisible1son los responsables del crecimiento vegetal. Sus clulas son pequeas, tienen forma polidrica, paredes finas, vacuolas grandes y abundantes. Se caracteriza por mantenerse siempre joven y poco diferenciado. Tienen capacidad de divisin y de estas clulas aparecen los dems tejidos. Lo cual diferencia los vegetales de los animales que llegaron a la multicelularidad de una forma completamente diferente. Las plantas, a diferencia de los animales, tienen un sistema abierto de crecimiento. Esto significa que la planta posee regiones embrionarias ms o menos perennes, de las cuales se producen peridicamente nuevos tejidos y rganos. Quimeras En Plantas Pdf FilesEstas regiones se denominan meristemos. Los meristemos son pequeos tejidos que se producen por cambios de la materia prima en las clulas. Corte de meristemo apical de raz de cebolla, con mitosis en diversos estados. Los meristemos estn compuestos por clulas no diferenciadas que se dividen activamente, tambin llamadas clulas totipotentes por su habilidad de dar lugar a todos los tejidos vegetales. Tpicamente, las clulas meristemticas son pequeas, polidricas, ms o menos equidimensionales dimensiones parecidas en todas las direcciones. En ellas, el citoplasma ocupa la mayor parte de volumen celular ya que las vacuolas son muy pequeas, las clulas meristemticas no contienen cloroplastos ni ningn otro plstido diferenciado, la pared celular de las clulas meristemticas es delgada y carece de pared secundaria. En las plantas, las clulas meristemticas son homlogas funcionales de las clulas madre que dan lugar a todos los tejidos en animales. Estas clulas se dividen en otras dos, con el fin de dar origen a una clula hija que contina creciendo de forma meristemtica, la cual retiene su carcter embrionario indefinidamente y en otra que se diferencia en una va de desarrollo particular formando muchos tipos de tejidos. Produccin de clulas comprometidas y diferenciadas por las clulas madre meristemticas. Los meristemos en las plantas pueden ser clasificados de dos formas. De acuerdo a su origen pueden dividirse en meristemos primarios y secundarios. Los meristemos primarios generan los rganos y tejidos que constituyen el cuerpo de la planta y comienzan su actividad despus de la germinacin de la semilla y constituyen los meristemos apicales del tallo y de la raz. Los meristemos secundarios se forman en la mayora de las plantas durante el desarrollo postembrionario y pueden tener estructuras similares a las de los meristemos primarios, pero algunas son muy diferentes, entre ellas los meristemos axilares, los meristemos de inflorescencia, los meristemos florales, los meristemos intercales y laterales. De acuerdo a su posicin espacial y a los tejidos y partes de la planta que originan, los meristemos pueden clasificarse en tres categoras apical, lateral e intercalar. Meristemos apicaleseditarLos primeros meristemos en aparecer durante el desarrollo del cuerpo vegetativo de una planta vascular estn localizados en la punta de tallos y races. Debido a su localizacin, estos meristemos son llamados meristemos apicales. Todos los tejidos meristemticos primarios y por lo tanto todos los tejidos primarios de la planta se originan a partir del meristemo apical de la raz o del meristemo apical del brote. El meristemo apical de la raz habitualmente est cubierto por una estructura de clulas diferenciadas que lo protege, conocida como cofia. El meristemo apical del tallo o yema terminal puede estar desnudo o cubierto por hojas. En este caso, las hojas son llamadas primordios foliares, que tienen un rudimento de yema auxiliar en su base. Este se convertir en una yema cuando las hojas se desarrollen, y dar lugar a una nueva rama. Las clulas que mantienen al meristemo con un flujo constante de clulas nuevas son llamadas clulas iniciales. En un meristemo apical tpico pueden distinguirse tres capas de clulas cada una de las cuales dar lugar a tejidos y rganos diferentes. Estas capas celulares son llamadas L1, L2 y L3. Las divisiones celulares de las capas L1 y L2 son anticlinales, es decir, solo pueden dividirse de forma perpendicular a la superficie del meristemo y por ello sus clulas hijas permanecern siempre en la misma capa. Las divisiones celulares de la capa L3 tienden a ser menos regulares y en todos los planos, as mismo, son capaces de rellenar el interior del meristemo. Para poder determinar las estructuras que originan estas diferentes capas celulares, investigadores han optado por la construccin de quimeras. Quimeras En Plantas Pdf CreatorLos meristemos en las plantas pueden ser clasificados de dos formas. De acuerdo a su origen pueden dividirse en meristemos primarios y secundarios. Anahi Alejandra Re y Agustin Berti 2011. Artefactos, objetos tecnicos y objetos esteticos. Yamaha Motif Xs Rapidshare Library'>Yamaha Motif Xs Rapidshare Library. Por una adecuacion de conceptos. I/51vpiEPBmqL.jpg' alt='Quimeras En Plantas Pdf To Jpg' title='Quimeras En Plantas Pdf To Jpg' />Las plantas quimricas estn compuestas de capas que dan origen a fenotipos con marcadores distinguibles, de acuerdo a diferencias en el genotipo de cada capa. Las quimeras han sido usadas adems para demostrar la capacidad de las capas de que cada capa celular individual puede influir sobre el desarrollo de una capa adyacente. Adems de la organizacin por capas, los meristemos apicales activos tambin poseen un patrn de zonas funcionales de organizacin radial llamado zonacin citohistolgica. Cada zona est compuesta por clulas que pueden ser distinguidas de acuerdo con su plano de divisin, su tamao y sus grados de vacualizacin. Paris Match Voice Rar there. Estas zonas tambin exhiben diferentes patrones de expresin gentica, reflejando una diferencia funcional en cada zona. La primera de estas es la zona central, la cual es encontrada en la parte superior de los centros de los meristemos activos y est compuesto por clulas altamente vacuoladas que se dividen infrecuentemente, es un lugar de autorenovacin de clulas madre. Flanqueando la zona central se encuentra la zona perifrica, una regin en forma de dona de clulas ms pequea y con una mayor tasa de divisin celular las cuales darn lugar a la formacin de las hojas y los meristemos florales de inflorescencia. Finalmente se encuentra la zona de costilla, debajo de las dos regiones anteriormente descrita. En esta zona, la diferenciacin y elongacin celular darn lugar al tejido interno del tallo de la planta. Zonacin histolgica y por capas en el meristemo apical del tallo. Dentro de los diferentes tejidos de tallos y races, los meristemos apicales darn origen a los siguientes tejidos Protodermo se localiza alrededor y al exterior, da origen a la epidermis. Procambium se localiza al interior del protodermo, da lugar a los tejidos vasculares xilema, floema y cmbium vascular. Meristema fundamental se localiza entre el Protodermo y Procambium, da origen a parnquima, colnquima y esclernquima. Quimeras En Plantas Pdf' title='Quimeras En Plantas Pdf' />Meristemos remanentes Actan cclicamente. Se localizan en la base de los entrenudos que estn quiescentes latentes. Meristemos meristemoides son clulas adultas diferenciadas que por ser clulas vivas tienen la propiedad de poder desdiferenciarse y volver a ser meristemticas y dividirse por mitosis, originando nuevas estructuras, como clulas epidrmicas que originan estomas, pelos o tricomas y aguijones, etctera. Meristemos lateraleseditarSon los responsables del crecimiento radial secundario. Dan lugar a xilema, floema y parnquima secundario cmbium y a parnquima cortical y suber felgeno, y contribuyen al engrosamiento de tallos y races por formacin de capas concntricas nuevas que dan lugar adems a un engrosamiento de los ejes. Estn distribuidos por toda la planta. Espasa. Prlogo Si hay algo que distingue al hombre de los dems seres vivos es el lenguaje. Muchos animales pueden expresar sus sentimientos y aun organizarse colectivamente para realizar determinadas actividades, pero a nadie se le escapa, por grande que sea su amor a las hormigas, los orangutanes o los delfines, que carecen de un sistema lingstico tan complejo y abstracto como el del hombre. Lo malo es que lo humano, como el resto de lo creado, tiene un pecado original su caducidad. Cuando se hojea un libro antiguo, de inmediato llaman la atencin dos cosas. En primer lugar, nos extraa la propia grafa un buen nmero de palabras est escrito de un modo extico fazer, dixo, gobernar, etc., un exotismo imitado por poetas y novelistas cuando quieren contrahacer el mundo medieval. En segundo trmino, el significado de algunas palabras resulta ininteligible incluso el vocabulario de Cervantes es, a veces, un hueso duro de roer. Lo primero, los cambios incesantes que introduce en la fontica el paso del tiempo, ha sido advertido muchas veces. Baltasar Gracin, en un pasaje muy notable, los ejemplific en una sucesin de distintas generaciones que van pronunciando, cada una a su uso y manera, la palabra hijo. As lo advierte Andrenio Hasta en el hablar hay su novedad cada da, pues el lenguaje de hoy, ha doscientos aos, parece algaraba. Y si no, leed esos fueros de Aragn, esas partidas de Castilla, que ya no hay quien las entienda. Quimeras En Plantas Pdf' title='Quimeras En Plantas Pdf' />Escuchad un rato aquellos que van passando uno tras de otro en la rueda del tiempo. Powersuite 2011. Atendieron, y oyeron que el primero deza fillo, el segundo fijo, el tercero hijo, y lt el cuarto ya deza gixo a lo andaluz, y el quinto de otro modo, sino que no lo percibieron. Qu es esto deca Andrenio. Seores, en qu ha de parar tanto variar Pues no era muy buena aquella primera palabra fillo, y ms suave, ms conforme a su original, que es el latnS. Pues por qu la dexaron No ms de por mudar. Criticn. Tercera parte. Parece como si Gracin hubiese intentado ensamblar en una serie cronolgica las diversas lenguas de Espaa, imaginando una evolucin lingstica que se desplaza, adems, de norte a sur. El cambio fontico se inicia con la forma aragonesa y gallega fillo, la mejor de todas no faltara ms Vienen despus las dos variantes, antigua y moderna, del castellano fijo e hijo. El ltimo peldao de la evolucin lo constituye la forma andaluza gixo, con una g que representa una aspiracin gixo jijo es, por tanto, una forma hiper caracterizada, la exageracin consciente de un rasgo caracterstico del habla andaluza. Y todava la palabra gixo est prxima, segn se nos dice, a dar otro tumbo ms. Estas ltimas y enigmticas palabras plantean una pregunta interesante si el andaluz era el grado ms avanzado o ms degenerado, visto desde otra perspectiva de la lengua, esperaba quiz Gracin que, concluida la progresin en la pennsula ibrica, la evolucin del espaol prosiguiese en Amrica Pudiera ser justo por aquellos tiempos empez a tener fuerza la conciencia criolla, un sentimiento nacional que no dej de alarmar en la metrpoli. Por otra parte, salta a la vista que de filius a hijo ha habido un cambio, pero no est causado, como crea el jesuita, por el simple afn de mudar. Efectivamente, la lengua no es un sistema perfecto y, por tanto, acabado y concluso, sino que, al revs, se halla en continua evolucin, sometida como est, por sus propios fallos y desequilibrios, a mltiples presiones que acaban por crear un sistema nuevo. Los cambios lingsticos, sin embargo, suelen producirse muy lentamente, luego el hablante apenas se da cuenta de la mutacin que se est efectuando y de la que es actor inconsciente. En cambio, el lxico, la segunda particularidad a la que nos referamos antes, es un volcn que est en constante ebullicin. Homero en la Ilada compar a los hombres con las hojas que, mientras unas germinan, otras verdean y aquellas se marchitan. Horacio aplic la metfora homrica a las palabras Como el bosque muda de follaje al declinar del ao y caen las hojas ms viejas, de la misma manera perece la generacin antigua de palabras y, al modo de los jvenes, florecen y tienen bro las nacidas hace poco Arte potica. En la misma idea insisti tambin, al cabo de muchos siglos, Lope de Vega en El desprecio agradecido Caso extrao Que el lenguajeTenga sus tiempos tambinVienen a ser novedades. Las cosas que se olvidaron. Esta constante renovacin del lxico obedece a infinidad de causas. La principal es que el vocabulario, un instrumento acordado para entenderse, se transforma porque tambin es mudable quien hace uso de l. Evoluciona la mentalidad del hablante aciago y varan las circunstancias de su historia ojal. Oscila la moda del aseo personal bigote, dandi y del atuendo bikini, bragas, corbata, pamela, rebeca, tanga. La ciencia incorpora al vocabulario infinidad de neologismos y, en consecuencia, hacen su sombra aparicin nuevos y terrorficos inventos en la milenaria carrera armamentstica obs, pistola, tanque. El extranjero suele ser mirado siempre con recelo, si no con desprecio brbaro, bujarrn, esclavo, flamenco, gabacho, ogro, yanqui. Y, as, sucesivamente. El lxico es espejo fiel de una realidad por esencia inestable. Pero tambin hay innovaciones lxicas que son inherentes a la propia lengua. La evolucin fontica crea a menudo dobletes que pueden ser utilizados con sentidos diferentes respeto y respecto tienen la misma etimologa, pero no significan lo mismo. En cambio, no se han diferenciado semnticamente lucio y lcido, raudo y rpido las primeras, las formas vulgares, coexisten con las formas cultas, introducidas ms tardamente en nuestro idioma. Ms difcil es reconocer que lacio y flccido, llaga y plaga, avieso y adverso provienen de idntica raz. Si bien se mira, la historia de nuestro lxico viene a ser una constante pugna entre la evolucin normal de la lengua y la reaccin cultista una y otra vez resulta fundamental la intervencin del individuo, que frena el cambio fontico y repone la forma latinizante. Normalmente quien se opone a la corriente vulgar no es un hombre solo, sino una parte significativa de la sociedad la iglesia, la nobleza, despus los literatos pero a Gngora se le atribuy en exclusiva una revolucin del vocabulario potico, de modo que Quevedo pudo zurcir, jocosamente, varias listas de voces culteranas una de ellas lleva el ttulo burlesco de Aguja de navegar cultos con la receta para hacer Soledades en un da. Para un amante de la Antigedad como yo es doloroso reconocer que lleg un momento en que el culto a lo clsico, llevado a monomana, traspas las fronteras de la elegancia y del decoro. Los comedigrafos del Siglo de Oro gustaron de poner en escena a doncellitas de la alta burguesa precursoras de Les prcieuses ridicules que, trastornadas por el culteranismo, rehusaban hacer uso de la lengua comn y se expresaban en un lenguaje exquisito y preado de helenismos obsrvese, de paso, que, como suele ocurrir, es la mujer la que sirve de blanco para criticar modas que haban inaugurado los hombres.